Jorge Diaz Kropman – Despegar

¿Realmente necesitás redes sociales para emprender?

La respuesta corta es sí… y no. Vivimos en un mundo digital donde las redes sociales pueden ayudarte muchísimo, pero no son el único camino. Lo importante es entender qué rol juegan, cómo usarlas a tu favor sin abrumarte y, sobre todo, no dejar que se conviertan en una excusa más para no avanzar.

En este artículo vamos a explorar:

  • Por qué las redes sociales ayudan a emprender

  • Casos en los que no son imprescindibles

  • Qué hacer si no te gustan las redes

  • Cómo usarlas de manera estratégica y no agotadora

  • Alternativas complementarias o incluso diferentes

El mito: “Si no estás en redes, no existís”

Probablemente lo escuchaste más de una vez. Y sí, tiene algo de cierto: muchas personas buscan primero en Instagram o LinkedIn antes de contratar un servicio o hacer una compra. Pero cuidado, porque esta creencia también puede volverse una trampa.

El problema no es estar en redes sociales. El problema es sentirse obligado a ser influencer para tener un negocio.

Y eso no es verdad.

Las redes no son el negocio, son una vitrina

Pensá en un local físico. Las redes sociales son como una vidriera. ¿Qué pasa si tenés la mejor vidriera pero adentro no hay nada? ¿O si hay mucho adentro pero nadie lo ve porque la vidriera está vacía? Necesitás ambas cosas.

Por eso, tu negocio necesita una base sólida (una buena propuesta de valor, una oferta clara, saber a quién ayudás y cómo) antes de invertir demasiado tiempo en redes.

¿Qué pasa si no querés aparecer?

Acá entra en juego un miedo común: el miedo a exponerse.

“No sé qué decir”, “me da vergüenza”, “no quiero parecer vendedor”. Y sí, mostrarte da miedo. Pero también es cierto que la gente necesita confiar en vos antes de comprarte. Y para confiar, necesita verte, leerte, escucharte.

¿Eso significa bailar en TikTok o hacer Reels todos los días? No.

Significa encontrar una forma auténtica de estar presente. Puede ser un carrusel semanal, un video cada tanto, o incluso escribir textos potentes que reflejen tu esencia. No se trata de ser famoso, sino de generar conexión.

Entonces… ¿puedo emprender sin redes sociales?

La respuesta más honesta es: sí, pero probablemente te tome más tiempo y esfuerzo.

Podés conseguir clientes por recomendaciones, ferias, alianzas, email marketing, WhatsApp, y muchas otras vías. Pero incluso en esos casos, tener una presencia digital, aunque sea mínima, te va a sumar autoridad.

Muchas personas te van a buscar online antes de contactarte. No tener nada puede generar dudas. Y tener algo, aunque sea simple, puede marcar la diferencia.

Casos donde no necesitás redes (al principio)

  • Cuando ya tenés una red de contactos fuerte

  • Si tu servicio se vende mayormente por recomendación

  • Si estás empezando y aún estás validando tu oferta

  • Si preferís canales más directos como WhatsApp o eventos presenciales

Ahora bien, en cuanto querés escalar, crecer, o tener clientes más allá de tu círculo… las redes vuelven a entrar en juego.

¿Qué pasa si te abruman?

Una estrategia sana es empezar de a poco. No tenés que estar en todas las plataformas, ni publicar todos los días, ni saber editar videos como un profesional.

Tips para usar las redes sin agotarte:

  1. Elegí una sola red: La que más use tu audiencia (muchas veces, Instagram).

  2. Definí un formato cómodo: ¿Preferís escribir, hablar, mostrarte?

  3. Creá contenido por bloques: Un día al mes podés dejar listo el contenido de semanas.

  4. No hables de vos todo el tiempo: Mostrá cómo podés ayudar, qué transformación ofrecés.

  5. Usá IA como aliada: Herramientas como ChatGPT, Canva o CapCut pueden facilitarte mucho.

No se trata de ser viral, sino de ser constante. Un puñado de personas que te siguen con atención vale más que miles que te ignoran.

¿Y si no tengo tiempo para redes?

Lo más común es pensar que “las redes son una pérdida de tiempo” o que “me tomarán horas”. Pero la realidad es que con un poco de organización, podés dedicarles una o dos horas por semana y lograr una presencia poderosa.

Y si estás en la etapa inicial de tu emprendimiento, el desafío más grande no es la falta de tiempo: es el miedo al juicio, la falta de claridad sobre qué decir, o el perfeccionismo. Todo eso se trabaja. Pero si no hacés el intento, nunca vas a superarlo.

Alternativas o complementos a las redes

Si realmente sentís que no es para vos —o querés apoyarte en otros canales—, acá van algunas opciones:

  • Email marketing: con una buena secuencia, podés convertir sin depender de algoritmos.

  • Charlas y talleres gratuitos: te dan visibilidad, autoridad y conexión real.

  • Alianzas con otros profesionales: pueden ayudarte a llegar a nuevas audiencias.

  • Presencia en comunidades o grupos de interés: incluso sin redes, podés tener mucha exposición.

  • Podcasting o YouTube: si te gusta hablar más que escribir, podés generar contenido más profundo.

Lo importante no es la herramienta, sino el propósito con el que la usás.

La clave: ser visible a tu manera

No todos necesitamos hacer lo mismo. Lo que funciona es lo que se alinea con tu esencia y con lo que tu cliente necesita ver para confiar.

Podés elegir estar más o menos presente. Mostrarte más o menos seguido. Pero si querés emprender en serio, y vivir de lo que amás, vas a tener que encontrar una forma de contarle al mundo lo que hacés. Y eso, en algún punto, va a pasar por lo digital.

Un último consejo

No dejes que el miedo a las redes te frene. No es necesario que seas viral ni que tengas miles de seguidores. Lo que necesitás es un mensaje claro, una propuesta con sentido, y una forma humana de conectar con quienes necesitan lo que hacés.

Y si sentís que necesitás una guía para dar tus primeros pasos sin sentirte solo o desbordado, podés conocer el programa Despegar, donde trabajamos no solo herramientas, sino también tu mentalidad, tu estrategia y cómo usar las redes sin que te usen a vos.

Leave A Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *