¿Y si sos suficiente? Activá tu merecimiento.
- Posted by JD Kropman, PhD
- Categories Uncategorized
- Date June 26, 2025
- Comments 0 comment

Introducción
“No soy suficiente.”
Es una frase silenciosa que resuena en la mente de muchísimas personas que deciden emprender desde su vocación. Coaches, terapeutas, formadores, artistas… todos aquellos que desean vivir de lo que aman, tarde o temprano se enfrentan con este pensamiento.
El miedo a no saber lo suficiente, a no tener los títulos suficientes, a no ser lo bastante experimentados o carismáticos. El miedo a “no estar listos”.
Pero, ¿y si ese miedo no fuera una señal de falta de preparación, sino una trampa mental?
¿Y si lo que necesitás no es “hacer más”, sino empezar a reconocerte como suficiente?
En este artículo, vamos a explorar el concepto del merecimiento, cómo impacta en tu forma de emprender y cómo podés comenzar a reprogramar esa voz interna que te limita. Porque sí: sos suficiente. Y es hora de actuar desde ahí.
1. El mito de “estar listo”
Vivimos en una cultura que glorifica la preparación infinita: cursos, títulos, certificados, especializaciones. Y aunque el aprendizaje es fundamental, muchas veces se convierte en una excusa para no actuar.
Detrás del “todavía no estoy listo” suele esconderse un miedo más profundo: el miedo a no ser suficiente. Y este miedo no desaparece cuando terminás tu próxima formación. De hecho, puede crecer.
¿Por qué?
Porque el problema no está en lo que sabés.
Está en lo que creés sobre vos.
Creés que no es suficiente.
Y mientras sigas creyéndolo, nada lo será.
2. El merecimiento como pilar invisible
El merecimiento no es autoestima. No es seguridad. Es reconocerte valioso sin condiciones.
Es una creencia profunda de que tu aporte, tu experiencia, tu forma de ayudar… tienen valor aquí y ahora.
Cuando no te sentís merecedor, aparecen conductas como:
Cobrar menos de lo que vale tu servicio (o no cobrar directamente).
Postergar lanzamientos porque “aún falta algo”.
Sentirte incómodo mostrando tu trabajo.
Buscar validación constante en otros.
Dudar en cada paso, incluso cuando sabés que sabés.
Y lo más triste es que esto no solo te frena a vos…
también impide que otros accedan a tu ayuda.
Porque si no mostrás tu servicio, si no lo ofrecés con claridad, si no lo valorás…
nadie puede beneficiarse de lo que tenés para dar.
3. ¿De dónde viene la idea de no merecer?
La sensación de “no soy suficiente” rara vez nace en la adultez.
Tiene raíces más profundas: la infancia, la educación, los mensajes culturales, los entornos competitivos.
Quizás alguna vez:
Te dijeron que “no te la creas”.
Se burlaron cuando mostraste algo que hiciste con orgullo.
Viste que quien sobresalía era castigado o excluido.
Aprendiste a complacer para sentirte valioso.
Y sin darte cuenta, empezaste a asociar valor con sacrificio.
A creer que tenías que esforzarte el doble, demostrar el triple, callarte lo que sabés… para “ganarte” tu lugar.
Pero el merecimiento no se gana.
El merecimiento se reconoce.
4. Cómo se ve el merecimiento en acción
Un coach que se siente merecedor no necesita presumir ni justificar.
Habla de su servicio con tranquilidad, cobra con claridad, comunica con propósito.
Un terapeuta que se reconoce suficiente no se disculpa por lo que cobra.
Sabe que su tiempo tiene valor, y que ese valor es parte del proceso de transformación que ofrece.
Un emprendedor que activa su merecimiento se anima a mostrarse.
No desde la arrogancia, sino desde la coherencia.
Y esto genera un efecto dominó:
Atraés mejores clientes.
Te sentís más seguro en tus decisiones.
Sostenés tu negocio con energía y no con culpa.
Lográs ayudar más… porque ayudás desde un lugar lleno.
5. ¿Cómo activar tu merecimiento?
a. Empezá por observar tus pensamientos
La próxima vez que dudes de vos, preguntate:
¿Esto es real o es una creencia?
¿Estoy basando mi valor en resultados, aprobación o comparaciones?
¿Qué me diría una versión más amorosa de mí mismx?
El primer paso es darte cuenta.
Sin juicio. Sin querer “arreglarlo” enseguida. Solo ver. Observar. Nombrar.
b. Conectá con tu historia
Hacé una lista de:
Los momentos donde ayudaste a alguien genuinamente.
Las veces que alguien te agradeció por tu mirada, tu palabra, tu presencia.
Las situaciones donde te superaste, donde diste un paso fuera de tu zona de confort.
Todo eso sos vos.
Todo eso construye tu valor.
c. Empezá a comunicar desde otro lugar
No esperes “creértela del todo” para empezar a mostrarte.
Mostrate desde tu verdad, no desde tu perfección.
No digas “soy el mejor coach”. Decí: “esto es lo que aprendí, esto es lo que puedo ofrecerte, y así te puedo acompañar”.
Esa autenticidad es mucho más poderosa que cualquier diploma.
d. Trabajá con acompañamiento
Las creencias profundas no se transforman solo con voluntad.
Se reprograman con procesos conscientes, con prácticas, con acompañamiento.
Podés hacerlo a través de mentorías, coaching, recursos emocionales o incluso propuestas como el programa Despegar, donde el merecimiento no es una parte más, sino la base de todo el proceso.
6. Merecer no es ego, es responsabilidad
Quizás aún tengas la idea de que cobrar está mal.
Que ayudar debería ser gratis.
Que si amás lo que hacés, no podés pedir a cambio.
Pero eso no es humildad.
Eso es una trampa para quedarte chiquito.
Cuidar tu energía, sostener tu negocio, vivir con libertad… no es ego.
Es parte de sostener tu propósito a largo plazo.
Cuanto más te sentís merecedor, más podés dar.
Cuanto más valorás tu servicio, más personas pueden valorarlo también.
7. Conclusión: No tenés que cambiar todo. Solo creértela un poco más.
No necesitás diez cursos más.
No necesitás esperar a tener “todo listo”.
No necesitás demostrar nada.
Solo necesitás dar el primer paso desde otro lugar.
Un lugar donde ya sos suficiente.
Sí, podés seguir creciendo.
Sí, podés seguir aprendiendo.
Pero hoy, con lo que sabés, con lo que viviste, con lo que ya hiciste…
ya podés ayudar a alguien. Ya podés cobrar por eso. Ya podés construir tu negocio.
Y eso es suficiente para empezar.
¿Querés dar ese primer paso?
Si este artículo resonó con vos y querés empezar a valorarte más como coach, emprendedor o profesional, te invito a dar un pequeño paso que puede cambiarlo todo.
Descargá el ejercicio gratuito que preparé especialmente para trabajar el merecimiento y empezar a cobrar por tu servicio sin culpa.
Y si querés ir más profundo, conocé el programa Despegar, donde te acompaño paso a paso a vivir de lo que amás, sin barreras mentales ni técnicas.
Porque sí, sos suficiente. Y sí, merecés vivir de tu vocación.
Recurso Gratuito: ¿Y si sos suficiente? Activá tu merecimiento.
Descargá el PDF gratuito acerca de “¿Y si sos suficiente? Activá tu merecimiento”.
¡No te detengas porque está en inglés!! (Name = Nombre; Email = Correo electrónico; y Send Download Link = Envíame el Enlace de Descarga) Suerte!