El síndrome del impostor: cómo dejar de sentir que no sabés lo suficiente
- Posted by JD Kropman, PhD
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- Date June 5, 2025
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En el camino de emprender, especialmente cuando se trata de acompañar a otros desde el coaching o los servicios de ayuda, hay una barrera silenciosa que frena a muchos: el síndrome del impostor. Esa voz interna que te dice “no sabés lo suficiente”, “qué van a pensar de vos”, “no estás listo para cobrar por esto”. Como si usases una máscara todo el tiempo. Una sensación de no estar a la altura, que no siempre tiene relación con la realidad, pero que afecta profundamente la acción.
¿Qué es el síndrome del impostor?
El término fue acuñado por las psicólogas Pauline Clance y Suzanne Imes en 1978, al estudiar a mujeres exitosas que, a pesar de sus logros, no podían reconocer su propio éxito y sentían que, en cualquier momento, alguien las iba a “descubrir” como un fraude.
Hoy sabemos que afecta a personas de todos los géneros y edades. Es común en quienes se lanzan a emprender, cambian de carrera, o entran a un nuevo espacio donde el crecimiento personal y profesional es clave.
Señales de que está presente en tu vida
Dudás de tus logros y pensás que fueron suerte.
Sentís ansiedad antes de publicar contenido o hablar de tus servicios.
Evitás ponerte en valor porque no querés que crean que sos “vendehumo”.
Sentís que necesitás un curso más, una formación extra, un título universitario, otro diploma…
Comparás constantemente tu camino con el de otros y sentís que no estás a la altura.
Por qué este síndrome es tan limitante al emprender
El síndrome del impostor te mantiene en la duda constante. Y si no confiás en vos, es muy difícil que otros lo hagan. Es como si manejaras con el freno de mano puesto: tenés todo lo necesario para avanzar, pero no logras tomar velocidad.
Esto puede llevarte a:
Postergar el lanzamiento de tus servicios.
Regalar tu trabajo o cobrar muy por debajo de lo que vale.
Evitar hablar de lo que hacés.
Vivir en un ciclo de perfeccionismo y autoexigencia.
Lo que no te dijeron sobre sentirte suficiente
Sentirte suficiente no tiene que ver con tener todas las respuestas, sino con saber que, a pesar de no tenerlas, podés aportar valor. El coaching, el acompañamiento y los servicios de ayuda no se tratan de ser un gurú infalible. Se trata de generar un espacio seguro para que el otro crezca. Y para eso, muchas veces, alcanza con estar un paso adelante de quien acompañás.
Herramientas para salir del síndrome del impostor
Registrá tus logros: Llevá un registro real, aunque pequeño, de cada paso que diste. No te enfoques solo en resultados externos (ventas, seguidores), sino también en avances internos (viste una clase, grabaste tu primer video, te animaste a contar tu historia).
Cambiá el foco: En vez de pensar “soy suficiente”, preguntate: “¿A quién puedo ayudar hoy con lo que sé y viví?”
Exponete gradualmente: Mostrarte da miedo, pero cuanto más lo hacés, más natural se vuelve. No hace falta que hagas un vivo de una hora. Podés empezar con una historia, una frase, una pregunta.
Rodeate de una red que te apoye: Compartir con otros que están en el mismo camino puede ayudarte a ver que lo que sentís no es raro ni único. Hay espacios donde se trabaja el emprender desde lo humano, y donde no hace falta tenerlo todo resuelto para empezar.
Reprogramá tu mente: Mucho de lo que sentimos es el resultado de creencias inconscientes que llevamos desde hace años. Hay métodos prácticos para trabajar esto desde la PNL, la escritura terapéutica y la visualización guiada. Cuanto más limpies tu subconsciente, más liviano se vuelve el camino.
El cambio empieza por creer que sí, es posible
No necesitás ser perfecto para empezar. Necesitás empezar para darte cuenta de que sós más que suficiente. Dejar atrás el síndrome del impostor no es eliminar toda duda, sino aprender a avanzar con ella. Es transformar esa voz crítica en una que te recuerde tus logros, tus ganas, tu compromiso.
Si sentís que estás en ese punto donde amás lo que hacés pero te cuesta creer que podrías vivir de eso, es momento de rodearte de personas, recursos y acompañamiento que te impulsen. Un programa como Despegar puede ser una opción, pero lo importante es que elijas dar ese paso que te demuestre que podés.
No sos un impostor. Sos alguien que está creciendo. Y eso ya te convierte en un referente para muchos.
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